La entrevista
de trabajo es una técnica de selección de personal muy conocida y empleada para
ocupar vacantes en diversos puestos de trabajo. Estas entrevistas pueden variar
en función del sector o el cargo para el que se diseñen pero, en general, todas
se caracterizan por profundizar en la vida laboral de los candidatos al puesto
para dar respuesta a la pregunta “¿Qué hiciste?”.
Sin embargo,
a veces esta herramienta no es suficiente y se requieren de otras
complementarias como la entrevista por competencias. Esta se centra en mayor
medida en conocer cómo lo hiciste. Es decir, se trata de averiguar con qué
actitudes, habilidades y destrezas cuenta el trabajador, y si son adecuadas
para el puesto a cubrir.
Generalmente
cuando acudes a una entrevista de este tipo previamente en la descripción de la
vacante han hecho referencia las
competencias que están buscando. Evalúa si cuentas con estas capacidades y
poténcialas de cara a la entrevista.
Para ello haz
memoria. Trata de recabar toda la información posible acerca de los puestos de
trabajo que hayas desempeñado. Situaciones difíciles, exitosas, en las que
perdieras los nervios, ayudaras a un compañero, etc. Todas ellas y cómo
actuaste en cada caso te ayudará a plasmar tus aptitudes y habilidades para
demostrar que eres la persona adecuada para ese puesto.
En otras
ocasiones, el entrevistador a modo de introducción te expondrá determinadas
situaciones que se pueden dar en el ámbito laboral para que le expliques como
solucionarías los diversos problemas surgidos. En este caso, hacer memoria y
tener claras tus aptitudes también son de gran ayuda.
No todas las
competencias se evalúan de igual manera pero todas son igual de importantes. Es
decir, para evaluar tu capacidad comunicativa no hace falta realizar ninguna
pregunta específica ya que en el mismo transcurso de la entrevista se comprueba
pero, por ello, no deja de ser igual de importante que el trabajo en equipo.