Según
el estudio realizado por la consultora Gallup, en casi 180 millones de
empleados encuestados a nivel internacional únicamente un 13% estaban
satisfechos con su trabajo. El 63% no encontraba ninguna motivación en su día a
día para ir a trabajar y un alarmante 24% detestaba la actividad que estaba
llevando a cabo.
Ese
24% que se encuentra en una situación de total infelicidad respecto a su
situación laboral desarrolla una serie de emociones, como agotamiento o
malestar, que no sólo afectan a su desarrollo profesional sino al resto de facetas
de su día a día por consiguiente.
Si
te encuentras en esta situación, va siendo hora de buscar un nuevo empleo.
Pensarás que estamos locos por decir esto tal y como está la situación
económica en España pero aunque no lo creas, hay multitud de opciones. Puedes
comenzar por buscar un nuevo puesto de trabajo que te motive más en la misma
empresa en al que ya trabajas. O si estás dispuesto a lanzarte a la piscina por
completo, comenzar la búsqueda de empleo en otras empresas del mismo sector o
diferente, dentro y fuera de España.
Si
no estás seguro de encontrarte en dicha situación, aquí tienes algunos indicios
que deberían activar tus alertas:
1.
Siempre
realizas la misma rutina y no cuentas con ninguna perspectiva de promoción en
la empresa. Por lo tanto, no tienes ninguna motivación para realizar tu trabajo
ya que las tareas que realizas se han convertido en algo mecánico que no
despierta en ti más que aburrimiento.
2.
A
pesar de dar lo mejor de ti cada día y esforzarte porque tus jefes vean tu
esfuerzo, no te sientes valorado. A pesar de todo lo negativo intentas
mantenerte positivo teniendo iniciativa y tratando de mejorar el funcionamiento
de tu empresa pero no cuentas con el feedback positivo de tus superiores.
3.
No
estás para nada de acuerdo con la ética de tu empresa y, por lo tanto, no te
sientes cómodo trabajado bajo las directrices de tus superiores.
4.
Te
encuentras bajo una gran presión por el exceso de trabajo lo que te hace vivir
con una continua sensación de estrés y agotamiento.
5.
Inexistencia
de los recursos tanto materiales como de personal necesarios para realizar de
forma eficiente y efectiva tu trabajo.
6.
Existe
un ambiente tenso generado principalmente por una excesiva competitividad
propiciada por una inadecuada exigencia por parte de los jefes. Esto crea mal
ambiente entre los propios compañeros.
7.
La
desorganización es la característica principal de la metodología de trabajo de
tu empresa. No existen unas pautas claras y definidas, ni una comunicación
eficaz que permita organizar el trabajo correctamente. Esto te sitúa en un
estado permanente de estrés e inseguridad.
8.
Si
cuando te planteas tus expectativas de futuro en esa empresa, estas son nulas.
Esto se convierte en un obstáculo para tu felicidad en el futuro y para tu
progreso personal. Te sentirías frustrado en un futuro por no haber intentado
optar a un puesto mejor.