Una día más en la ofi, estás sumergido en tus quehaceres y de repente… ¡PUM! Se va la luz.
Tómate unos momentos para clamar al cielo y maldecir en todos los idiomas tu suerte por no haber guardado el trabajo (Gaboconsejo: guarda alma de cántaro, guarda).
Bien, una vez lanzado los respectivos improperios, seremos conscientes de que no sabemos si será un corte momentáneo o si verdaderamente estaremos un buen rato sin corriente. Por ello, aquí os dejamos unos consejos de cómo aprovechar el tiempo si te ocurre la situación que acabamos de describirte.
Una de las soluciones para prevenir que los ordenadores dejen de funcionar ante un corte de energía es conectar los ordenadores cuya información es más importantes a un SAI (Sistema de Alimentación Ininterrumpida). Este sistema hace las veces de “batería” en caso de apagón y de protección en caso de subida de tensión.
En caso de que el apagón sea irremediable, lo ideal es no perder el tiempo, ¿cómo? Pues poniendo al día la agenda, organizando la semana y realizando las llamadas pertinentes que había dejado en “trabajo pendiente para cuando tenga un hueco”.
En caso de que todo tu trabajo dependa de un ordenador, porque sí, puede darse el caso, socializa con tu entorno y tus compañer@s de trabajo. Nunca está de más tratar algún tema de interés de la empresa o desconectar un poco comentando aficiones comunes.
También podemos aprovechar para acicalar un poco la mesa; es muy común que si trabajamos con papeles, debido a la saturación, los dejemos apilados y recogidos pero quizá no con el orden que deberíamos.
Otra oportunidad que nos brinda el corte de luz, es aprovechar para hacer el brake para comer algo y hacer un descanso, leer un libro a la luz del móvil o incluso salir afuera para tomar el aire.
En definitiva, si se va la luz, no te quedes de brazos cruzados lamentándote, haz algo para aprovechar el tiempo, bien sea para adelantar trabajo si es posible, organizar nuestra mesa o desconectar brevemente.
El porqué de este post es sencillo: el otro día se nos fue la luz en la oficina y bueno, aprovechamos el tiempo como buenamente pudimos: algún@s comían algo a la tenue luz de los móviles, otr@s ordenaban la mesa mientras que otr@s tantos actualizaban su agenda y adelantaban esas tareas que se quedan en el tintero y algun@ que otr@ hacíamos humor de la cómica situación mientras que otr@s charlaban sobre sus cosas. El caso es que aprovechamos el ratito.